DE SHOPPING Y A LAS CARRERAS

Realmente tenés muy poco tiempo. Llegó invitación de último momento acompañada por la sensación de “nada que ponerte”. A los apurones decidís ir al shopping. Aquí van algunos trucos para que puedas encontrar aquello que buscás, sin destrozar tus nervios en el intento.

# Visitá directamente aquellas marcas que te gustan más y conocés mejor.

#Hace una revisión muy rápida por los percheros. El punto es llegar a tener una idea general, no te detengas a revisar las etiquetas de precios o los botones de cada prenda. Si algo te atrae especialmente tomálo, pero no parés hasta terminar de chequear todas las opciones.

#Si pensás que puede serte útil, pedíle, ayuda a alguna vendedora. Hablále de manera muy concreta: “Tengo solo unos minutos y necesito encontrar un vestido de cóctel corto, preferentemente negro, pero también estoy abierta al color azul o al violeta oscuro”. Por lo menos, podrá ayudarte a sostener todo aquello que preseleccionaste. Y quizás “el milagro”, encuentre por vos el modelo perfecto.

#Invertí solo unos minutos para re chequear si hay algo que podés haber pasado por alto en los percheros. Sepára los modelos que quieras.

#En el probador, no es necesario que te quités toda la ropa hasta dar con la prenda que realmente querés. Probarte un pantalón debajo de la pollera que llevas puesta, también vale si estas muy apurada. Mantenéte organizada, pone en una pila los "no" definitivos, en otra los “quizás estén bien.” Si das con algo que sentís que realmente querés comprar, entonces si desvestíte completamente para saber exactamente cómo te queda.

#Ni bien estés segura de querer comprar algo, y permaneciendo aún en los probadores, si la dimensión del local te lo permite, llamá a la vendedora y dale tu tarjeta de crédito para que vaya adelantando el papeleo. No hay nada más irritante que invertir veinte minutos en encontrar aquello que necesitás y demorar media hora más esperando para pagarlo. Si estás en una tienda de departamentos, tipo Zara, busca las cajas de indumentaria de niños u hombres, que generalmente son las menos concurridas.

#Si realmente necesitás comprar un vestido en cuarenta y cinco minutos, olvidáte de la perfección. Conseguir que coordine con tu collar preferido, tenga el largo exacto y cueste el precio que tenés en mente es prácticamente imposible de lograr en una compra de último momento. Resolvélo de la mejor manera y seguí con tu vida.

# Y si nada funciona, cortá por lo sano. No busques más porque te vas a sentir frustrada. No compres algo solo para conformarte, te vas a desilusionar. Repensá que tenés en tu guardarropa o llamá a alguna amiga con un armario bien surtido que pueda prestarte algo. Después de todo estábamos hablando simplemente de un vestido. Tu mejor sonrisa y salí a divertirte igual.